Recordando un día de tiendas...

Recordando...
Un sabado como cualquier otro salimos a una temprana mañana de finales de verano al centro de Castellon, nuestra preciosa ciudad (se nota la ironia) Resulta que eran las 9:30 y las tiendas no abren hasta las 10:00 y algunas mas tarde... (Y luego estamos en crisis...)
Asi que es normal que hicieramos la primera parada: Desayunar.
Despues de un plan elaborado (Empezamos por la calle en medio, no? Si) y alguna que otra foto al desayuno para subirla a twitter, (no era el Starbucks pero lo importante es el espiritu) empezamos el día.
Lo primero que visitamos fue Blanco, que si tienes pecho y culo mejor no entres, a una pinap no le cabe un muslo en esos pantalones. Sin exagerar la talla mas grande es la L y solo el algunas prendas, lo que domina es la S y la M. Los bolsos en su mayoria horribles y el precio de la nueva tamporada... NEXT
Era como un Berska sin musica, aunque luego me entere de que por las mañanas Berska no tiene música (Las resacas, normal)
Luego entramos en Festa, es el lugar donde estuvimos mas tiempo. Las tallas tienen una gama muy amplia y su variedad también lo es, puedes encontrar un estilo que le iria bien a tu abuela como blusas de transparencias que usarias para irte de copas, sin ningún problema. Minifaldas una o dos, algun que otro short, los vestidos son solo de rango abuelica (por debajo de la rodilla y cayendo) y pantalones que cubririan cualquier pandero.
Otra cosa sorprendente de Festa son sus precios y su calidad. Nos encanto esa tienda. Si tuvieramos que decir algo en contra serie: la clientela del sabado por la mañana (mayores de 50 con tacata y respirador, que piensas: a los provadores tienen que ir con paramedico.)
Pasamos por Punto Roma (trabajo de oficina es el estilo y precios para gente que cobra un salario), stradivarius (que papel más bonito el de sus paredes) ZARA (algo se podía salvar), y un gran número de Skine Bitch (esas tiendas es las que sólo las niñas de 12 años muy sueltas entran con la seguridad.de que todo les vale.
En general, llegamos a la conclusión de que hay tiendas en la que es más bonito el papel pintado que sus prendas, otras que suponen una visita a la peluquería cada vez que entras al probador y otras en las que algo podrías salvar de un incendio siempre y cuando no suponga un peligro real.

Espero os guste la entrada, hasta aquí la visión de hoy...